Los expertos piden recuperar como mínimo la reforma de Rajoy para tapar el agujero de las pensiones
El gasto en pensiones no cesa de aumentar, batiendo récords un mes tras otro. Y no hay visos de que deje de ser así tras la decisión adoptada por el presidente Sánchez de revalorizar las jubilaciones según la inflación, lo que condujo a aumentarlas un 8,5% el año pasado. Los expertos consultados creen que cada vez es más urgente adoptar medidas para frenar este gasto, que representa ya casi un 12% del PIB, y así detener el déficit estructural de la Seguridad Social. Piden, como mínimo, recuperar la reforma introducida por el expresidente Mariano Rajoy, que introducía el llamado factor de sostenibilidad.
De acuerdo con dicha reforma, la revalorización anual de las pensiones se hacía no sólo teniendo en cuenta la inflación sino el estado de tesorería de la Seguridad Social -a fin de evitar a largo plazo su quiebra-, y prestaba al mismo tiempo atención a la esperanza de vida de los ciudadanos, con la intención de acomodar la cuantía de la jubilación a la longevidad de la población. Lo cierto, sin embargo, es que la reforma impulsada por la entonces ministra de Trabajo y de Seguridad Social Fátima Báñez tuvo poco recorrido, pues fue inmediatamente derogada una vez que Sánchez alcanzó la Moncloa a través de una moción de censura.
José Antonio Herce, uno de los mayores expertos en pensiones del país, opina que si no se hace nada el sistema va a estallar a corto plazo, en concreto a partir de 2025, cuando empiecen a jubilarse los llamados ´baby boomers’. En su opinión, «elevar las pensiones el año pasado un 8,5% fue un tremendo error, en un momento en el que los salarios, que son los que sostienen todo el edificio, estaban aumentando en torno al 3%». A su juicio, se trata de un contrasentido, que pone en evidencia la discriminación positiva que disfruta en exceso las clases pasivas en relación con la gente en activo, y que acaba convirtiéndose en un desincentivo brutal.
Según Herce, las ideas contempladas en la reforma del Gobierno Rajoy eran muy acertadas. En su opinión, lanzaban el mensaje de que «si quieres cobrar lo mismo en la edad de retiro que lo que está estipulado actualmente debes trabajar más años, o bien ingresar menos si lo que deseas es abandonar el mercado laboral cuando está legalmente establecido». «Por eso mi posición es que habría que dibujar una línea distinta de jubilación según las edades, que habría que marcar un momento determinado a partir del cual la pensión que vas a recibir se va a regir por un sistema distinto».
La longevidad
José Ignacio Conde-Ruiz, catedrático de Fundamentos Económicos por la Universidad Complutense, subdirector de Fedea -el think tank del Ibex 35- y también experto en pensiones, cree igualmente que «es ineludible adaptar el sistema de retiro a la nueva longevidad». Para eso estaba el factor de sostenibilidad -el ideado por el exministra Báñez-. «Eliminarlo ha sido una gran equivocación». Conde es muy crítico con la reforma de las pensiones impulsada, y finalmente aprobada, por el ministro José Luis Escrivá. La razón es que genera más gasto, y que la única vía que plantea para financiarlo es un aumento de las cotizaciones sociales que tendrá efectos muy negativos para el crecimiento económico y la creación de empleo. Tanto Conde como Herce opinan que la subida del 8,5% de las pensiones fue un tremendo error. Para apuntalar esta idea, sólo cabe mencionar que la inflación comenzó a reducirse a partir de noviembre del año pasado -que es el mes que se toma como referencia- y que actualmente el índice general de precios de consumo no llega al 2,5%.
Herce precisa, además, que como el gasto en pensiones es creciente y progresivamente elevado, la subida de las cuotas sociales es insuficiente para financiarlo, de manera que es preciso dedicar hasta 40.000 millones en transferencias del presupuesto del Estado a la Seguridad Social para cubrir el déficit. Y lo peor, algo en lo que coincide Conde, es que esta partida en las cuentas del Estado representa un lastre cada vez más pesado, que impide dedicar los recursos necesarios para invertir en infraestructuras, promover la investigación y el desarrollo, tratar de mejorar por todos los medios la productividad de la economía o dedicar dinero a las políticas en favor de los jóvenes.
La Seguridad Social destinó en el presente mes de agosto la cifra récord de 12.039,2 millones de euros al pago de la nómina ordinaria mensual de pensiones contributivas, un 10,9% más que en igual mes de 2022, según ha informado este martes el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. La nómina mensual ordinaria de las pensiones superó por primera vez en julio los 12.000 millones de euros y este mes de agosto vuelve a marcar un nuevo récord. Ello se debe a que, en aplicación de la reforma de pensiones, éstas han subido para 2023 un 8,5% como resultado de la inflación media del periodo diciembre de 2021-noviembre de 2022. El Departamento que dirige José Luis Escrivá estima que el gasto en pensiones se situó en el 11,8% del PIB en los últimos doce meses, cifra ligeramente superior a la de 2022 (11,7% del PIB),